Queridas amigas os agradesco buestros comentarios:
y sigo hablando de poesía pues las plantas no estan
muy bonitas.
Era un jardín sonrriente:
era una tranquila fuente de cristal:
era, a su borde asomada
una rosa inmaculada de un rosal.
Era un viejo jardinero
que cuidaba con esmero del vergel,
y era la rosa un tesoro
de más quilates que el oro para el....
sábado
lunes
Caperucita roja versión del lobo
El bosque era mi hogar. Yo vivía allí me gustaba mucho.
Siempre trataba de mantenerlo ordenado y limpio.
Un día soleado, mientras estaba recogiendo las basuras
dejadas por unos turistas sentí pasos.
Me escondí detrás de un árbol y vi venir a una niña
vestida de una forma divertida: toda de rojo y su cabeza
cubierta.como si no quisiera que la vean.
Andaba feliz y comenzó a cortar las flores de
nuestro bosque, sin pedir permiso a nadie, quisas ni
se le ocurrió que estas flores no le pertenecían.
Naturalmente, me puse a investigar.
Le pregunté quien era, de donde venía, a donde iba,
a lo que ella me contesto, cantando y bailando,
que iba a casa de su abuelita con una canasta para
el almuerzo. Me pareció una persona honesta,
pero estaba en mi bosque cortando flores. De
repente, sin ningún remordimiento, mató un mosquito
que volaba libremente pues el bosque también era para el.
Así que decidí darle una lección y enseñarle lo serio que
es meterse en el bosque sin anunciarse antes y comenzar
a maltratar a sus habitantes La dejé seguir su camino y
corrí a casa de la abuelita. Cuando llegué me abrió la puerta
una simpática viejesita, le expliqué la situación.
Ella estuvo de acuerdo en que su nieta merecía una lección.
La abuelita aceptó permanecer fuera de la vista hasta que yo
la llamara y se escondió debajo de la cama. Cuando llegó la niña
la invité a entrar al dormitorio donde estaba acostado vestido
con las ropas de la abuela. La niña llegó sonrrojada y me dijo
algo desagradable acerca de mis grandes orejas. He sido insultado
antes así que traté de ser amable y le dije que mis grandes orejas eran
para oírla mejor. ahora bien me agradaba la niña y traté de
prestarle atención, pero ella hizo otra observación insultante
acerca de mis ojos saltones.
Ustedes comprenderán que empecé a sentirme enojado.
La niña bonita apariencia pero empezaba a cérme antipática. Sin
embargo pensé que debía poner la otra mejilla y le dije que mis ojos
me ayudaban para verla mejor. Pero su siguiente insulto sí me encolerizó.
siempre he tenido problemas con mis grandes feos dientes y esa niña
hizo un comentario realmente groséro. Se que debí haberme controlado
pero salté de la cama y le gruñí, enseñándole toda mi dentadura y
diciéndole que héran así de grandes para comérmela mejor.
ahora, piensen uds: ningún lobo puede comerse a una niña.
Todo el mundo lo sabe. Pero esa niña empezó a correr por toda la habitación
gritando y yo corría tras de ella tratando de calmarla. Como tenía
puesta la ropa de la abuelita y me molestaba para correr, me la quité
pero fué mucho peor. La niña gritó aun mas. De repente la puerta se abrió
y apareció un leñador con un hacha enorme y afilada.Yo lo miré y comprendí
que corría peligro así que salté por la ventana y escapé.
Me gustaría decirles que este es le final del cuento, pero desgraciadamente
no es así. La abuelita jamas contó mi parte de la historia y no pasó
mucho tiempo sin que se corriera la voz que yo era un lobo malo y peligroso,
Todo el mundo empezó a evitarme. No se que le pasaría a esa niña antipática
y vestida en forma tan rara, pero sí les puedo decir que yo nunca pude contar mi
versión. ahora ustedes ya lo saben.
.
Siempre trataba de mantenerlo ordenado y limpio.
Un día soleado, mientras estaba recogiendo las basuras
dejadas por unos turistas sentí pasos.
Me escondí detrás de un árbol y vi venir a una niña
vestida de una forma divertida: toda de rojo y su cabeza
cubierta.como si no quisiera que la vean.
Andaba feliz y comenzó a cortar las flores de
nuestro bosque, sin pedir permiso a nadie, quisas ni
se le ocurrió que estas flores no le pertenecían.
Naturalmente, me puse a investigar.
Le pregunté quien era, de donde venía, a donde iba,
a lo que ella me contesto, cantando y bailando,
que iba a casa de su abuelita con una canasta para
el almuerzo. Me pareció una persona honesta,
pero estaba en mi bosque cortando flores. De
repente, sin ningún remordimiento, mató un mosquito
que volaba libremente pues el bosque también era para el.
Así que decidí darle una lección y enseñarle lo serio que
es meterse en el bosque sin anunciarse antes y comenzar
a maltratar a sus habitantes La dejé seguir su camino y
corrí a casa de la abuelita. Cuando llegué me abrió la puerta
una simpática viejesita, le expliqué la situación.
Ella estuvo de acuerdo en que su nieta merecía una lección.
La abuelita aceptó permanecer fuera de la vista hasta que yo
la llamara y se escondió debajo de la cama. Cuando llegó la niña
la invité a entrar al dormitorio donde estaba acostado vestido
con las ropas de la abuela. La niña llegó sonrrojada y me dijo
algo desagradable acerca de mis grandes orejas. He sido insultado
antes así que traté de ser amable y le dije que mis grandes orejas eran
para oírla mejor. ahora bien me agradaba la niña y traté de
prestarle atención, pero ella hizo otra observación insultante
acerca de mis ojos saltones.
Ustedes comprenderán que empecé a sentirme enojado.
La niña bonita apariencia pero empezaba a cérme antipática. Sin
embargo pensé que debía poner la otra mejilla y le dije que mis ojos
me ayudaban para verla mejor. Pero su siguiente insulto sí me encolerizó.
siempre he tenido problemas con mis grandes feos dientes y esa niña
hizo un comentario realmente groséro. Se que debí haberme controlado
pero salté de la cama y le gruñí, enseñándole toda mi dentadura y
diciéndole que héran así de grandes para comérmela mejor.
ahora, piensen uds: ningún lobo puede comerse a una niña.
Todo el mundo lo sabe. Pero esa niña empezó a correr por toda la habitación
gritando y yo corría tras de ella tratando de calmarla. Como tenía
puesta la ropa de la abuelita y me molestaba para correr, me la quité
pero fué mucho peor. La niña gritó aun mas. De repente la puerta se abrió
y apareció un leñador con un hacha enorme y afilada.Yo lo miré y comprendí
que corría peligro así que salté por la ventana y escapé.
Me gustaría decirles que este es le final del cuento, pero desgraciadamente
no es así. La abuelita jamas contó mi parte de la historia y no pasó
mucho tiempo sin que se corriera la voz que yo era un lobo malo y peligroso,
Todo el mundo empezó a evitarme. No se que le pasaría a esa niña antipática
y vestida en forma tan rara, pero sí les puedo decir que yo nunca pude contar mi
versión. ahora ustedes ya lo saben.
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